Patricia Foncillas
Terapeuta floral en Ancud
“Como terapeutas florales estamos al servicio para ayudar a las personas a buscar un camino de autosanación en forma amorosa y amigable”.
En su consulta en Ancud, en la isla de Chiloé, Patricia Foncillas se prepara para recibir a
un nuevo paciente, a quien le brindará acompañamiento a través de la terapia floral.
Llegó a vivir a la isla hace 15 años y en ese entonces este tipo de medicina era
desconocida, algo que ha ido cambiando, dice, en gran medida gracias al acceso de
información a través de la tecnología.
“Cuando llegué a Chiloé casi no se conocía la terapia floral y me di cuenta que la gente
tenía desconfianza ante lo desconocido”, explica Patricia al teléfono.
Sus primeros pasos como terapeuta floral en la isla los dio en un centro médico y en su
casa de terapias ubicada en pleno campo. Ayudó a difundir los beneficios de las flores de
Bach a través de un programa de radio que tuvo durante 10 años.
“Al hablar de la terapia floral en este medio tan familiar la gente se empezó a acercar y
con los años llegaron más terapeutas. Y aunque existía esta desconfianza al
principio, algunas personas del campo o de pequeñas islas que escuchaban el programa y que ya tenían un contacto estrecho con la naturaleza se interesaron en conocer más. El concepto de ser una terapia natural les atrajo y les sigue interesando”, cuenta Patricia.
Con casi 30 años de experiencia a su haber, Patricia disfruta este tiempo rodeada de un
entorno que aún conserva algo de salvaje, donde la vida se despliega en forma libre y el
agua fluye pura y cristalina en maravillosas vertientes.
Según relata, la conexión con la naturaleza es algo que ha estado siempre presente en su
vida. Y en este camino descubrió y se encantó con la filosofía del Dr. Bach. “Algo que me hizo mucho sentido es la importancia de sintonizarnos con nuestra alma”, explica.
Desde su saber y su experiencia, Patricia considera que sería esencial que más personas
pudieran descubrir y apreciar el valor de la terapia floral en la prevención de
enfermedades. “Sería maravilloso que cada día más y más personas comprendan que el
origen de todo lo que se manifiesta a nivel físico está en el estado emocional y mental. Y
desde ahí evidenciar lo importante de armonizar estos estados”.
En este mismo sentido, destaca la gran sabiduría del Dr. Edward Bach al señalar que “la
enfermedad no es un mal que atacar sino un beneficio que hay que entender”.
“Algo que me hizo mucho sentido es la importancia de sintonizarnos con nuestra alma”
Para Patricia, poder acompañar a las personas en este aprendizaje es algo que resulta
muy valioso: “creo que una de las cosas que más me inspira es el servicio. Como
terapeutas florales, tenemos que saber dar y ayudar a las personas a buscar un camino
de autosanación en forma amorosa y amigable”.
“En mi consulta me enfoco mucho en el trabajo sobre la autoestima. Quiero contribuir a
que cada persona avance en su propio proceso de amarse a sí misma, valorarse y
aceptarse tal como es, ya que esto es una base sólida para la sanación”, destaca.
Durante la sesión se establece una comunicación amorosa y sensible con la persona que
consulta. Además de flores, Patricia se apoya en sus conocimientos de numerología que le permiten tener una visión más completa del consultante y de lo que necesita en ese momento de su vida.
“En muchas oportunidades enseño a la persona a conectarse con su respiración y a
hacerlo en forma adecuada, también enseño técnicas de meditación y a mejorar su
postura corporal, en otros casos acompaño con sesiones de Reiki,” describe.
Patricia sabe la importancia de que cada persona que llega a su consulta
perciba ese espacio seguro y que todo lo que se aborda tiene carácter
confidencial. “Una gran parte de la terapia es que la persona se sienta escuchada de
verdad y que tome conciencia de que está en un espacio libre de prejuicios. Muchas
veces no se atreven a decir lo que les pasa por miedo a la crítica y al juicio. Por eso,
valoran sentir que alguien empatiza con ellas”.
Desde el natural paisaje donde atiende, Patricia también pone su energía en seguir
integrando otros conocimientos y saberes que completen su trabajo como terapeuta floral. Su faceta de estudiante es algo que también le resulta natural.
Al preguntarle sobre la comuna de Ancud sus palabras son claras: “es un paraíso”.
“Este es un lugar donde todavía se vive una vida bastante natural. Hay agua de
vertientes, bosques, se puede sembrar y tener un huerto orgánico. Cultivamos un estilo de vida amigable con el medio ambiente”, destaca Patricia.
Además, explica que la zona norte de la isla de Chiloé aunque tiene una gran belleza, no es tan visitada por los turistas, lo que resulta muy positivo para mantener la tranquilidad en el sector.
Dónde la encuentras:
Instagram @entrefloresydestino
Celular +56 993322007
Correo patifoncillas@gmail.com
Comments